Resulta que esos pequeños descansos como servirte un café, reponer tu cooler en el bidón de agua, y claro, los encuentros con tus colegas de la oficina formaban parte de tu ajetreado día. Por eso, es importante mantener algunas actividades que te ofrezcan una rutina similar en casa.
¿Nuestra recomendación? Mantener el ciclo que regularmente hacías previamente. Desde cepillarte los dientes, ducharte y tomar tu desayuno hasta prepararte para asumir tu día con la productividad en mente.
¿Qué hacer?
Vístete de pies a cabeza. Ten en cuenta que a pesar de estar en casa debes proyectar una imagen profesional. Al inicio de la pandemia debimos adaptarnos poco a poco, ya no tenemos más excusas para estar todo el día en PJs.
Date un break. Tal como solías hacerlo en la oficina, toma al menos unos minutos para ti y evitar así el cansancio extremo. Las pausas activas son necesarias para estirar los músculos y despejar tu mente.
Comparte tu disponibilidad. Publica tu calendario de actividades con el resto de tu equipo para que respeten tu tiempo empleado en cada proyecto y entienda el compromiso que tienes. Todo se trata de organizarte para que tu trabajo fluya sin mucho estrés.
Potencia tu comunicación y colaboración. No se trata solamente de tener una buena conexión de Internet en casa. También debes considerar que muchas veces no tienes el control del escenario que te rodea. Por ejemplo, los auriculares y cámaras de videoconferencia de Poly pueden ayudar a mostrar tu mejor imagen y a eliminar el ruido que pudiera surgir a tu alrededor.
Tu adaptación depende de ti
No hay nada como lograr un equilibrio profesional y personal. Haz lo mejor de tu parte para continuar asumiendo este gran cambio a nivel profesional. Ajusta tus nuevas rutinas y área de trabajo para que puedas compaginar de la mejor forma estos dos mundos. Recuerda: millones de personas alrededor del globo están haciendo lo mismo que tú. ¡Puedes lograrlo!