Cada vez más personas trabajan desde casa a tiempo parcial o exclusivamente debido a modalidades de trabajo remoto y al estado actual de la economía. Sin embargo, este cambio aunque en el papel parezca atractivo y cómodo, requiere más autodisciplina y automotivación por parte de quienes lo practican. Según un estudio del Foro Económico Mundial, el 65 % de los colaboradores del mundo se sentían más productivos con un horario de trabajo flexible, pero el 35 % presentaba luchas internas en temas de productividad cuando trabajaba desde casa.
Si bien podría resultar sencillo encontrar inspiración en una oficina repleta de compañeros que colaboran o se puede cumplir una fecha límite cuando tus clientes confían en ti, ¿qué sucede cuando tu compañero de trabajo es tu perrito? ¿O cuando te mantienes como colaborador independiente y eres tu propio jefe? Si te gusta la libertad de trabajar desde casa, pero te cuesta hacer las cosas, aquí te brindamos algunos consejos para aumentar tu motivación diaria.
- Elige sabiamente tu entorno. Tu cerebro asocia ciertas áreas del hogar con tareas específicas, es decir, el dormitorio es para dormir y el sofá es para relajarse. Intentar que cualquiera de estos espacios se transforme también en tu espacio de trabajo puede agotar tu motivación en incluso, afectar la calidad de tu sueño.
- De ser posible, crea un área de trabajo separada en tu hogar. Si no es una oficina dedicada, entonces al menos un lugar neutral, como el mostrador de la cocina, un escritorio en un rincón de la sala, o incluso un espacio al aire libre si crees que la luz del sol y el ruido de la actividad callejera te estimulan creativamente.
- No te excedas. Divide tus proyectos actuales en pequeños pasos y concéntrate en no más de tres tareas principales al día, priorizadas por lo que es más importante. Y si todavía tienes dificultades para completar estas asignaciones, considera usar microobjetivos para ayudar a perfeccionar lo que puedes lograr en ese momento.
- Prueba una jornada laboral no lineal. En lugar de obligarte a ser productivo durante los ritmos de una jornada típica, trabaja de acuerdo con tus niveles naturales de energía. Presta atención a la hora del día en la que te sientas más creativo y te resulta más fácil «mantenerte en movimiento», ya sea a las 8 a. m. o después del almuerzo, y concéntrate en completar tu trabajo más esencial en ese momento.
- Haz descansos frecuentes. Una buena regla es un descanso de 15 a 20 minutos cada 50 a 90 minutos. Haz lo que quieras en tu tiempo de descanso, siempre y cuando te resulte reconfortante, no más agotador. Y no esperes hasta que te sientas lento: un estudio reveló que tomar un descanso por la mañana es en realidad más efectivo para combatir las “caídas” de media tarde.
En conclusión, la autodisciplina puede ser una herramienta poderosa para ayudarte a alcanzar tus metas y vivir una vida más plena. Al crear rutinas, espacios de trabajo y flujos de trabajo intencionales, puedes aumentar tu motivación y productividad mientras disfrutas de la libertad y flexibilidad de trabajar bajo tus propios términos. Por lo tanto, adopta la forma de crecimiento lento, deja atrás la “cultura del ajetreo” y disfruta del equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal que se obtiene al ser autodisciplinado. Con una actitud positiva y un compromiso con tus objetivos, no hay límite para lo que puedes lograr.